La insólita pelea entre el dueño de Guaymallén y un “catador de alfajores”
El usuario de Twitter sorteó tres cajas de otra marca de golosinas y fue entonces que Néstor Basilotta le ofreció 20 cajas de su producto. Pero no terminaron de ponerse de acuerdo sobre quién pagaba los envíos y culminaron en una insólita discusión por la red social.
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Días atrás la cuenta de Twitter de el catador de alfajores sorteó tres cajas de Havanna.
Las quejas de sus seguidores hizo que el sorteo se viralizara por la poca cantidad de alfajores.
La publicación llegó a Néstor Hugo Basilotta, el dueño de Guaymallén que en el último tiempo se convirtió en una especie de influencer en las redes y le ofreció a la cuenta “Catador de alfajores” 20 cajas de su producto.
“¿Tres cajitas le dieron, catador? ¡La próxima le dan tres alfajores! ¡Qué bárbaros! ¡Venga que yo le doy mucho más caviar!”.
El diálogo entre ellos generó una reacción positiva entre los seguidores. “Cuando quiera, Hugo. Hacemos un buen sorteo de caviar. Ponga el premio. Y acá reclaman entrega a todo el país…”, contestó el catador.
Sin embargo la relación se empezó a complicar por saber quién iba a encargarse de los envíos. “Venga el martes, catador, y sortee 20 cajas de caviar por 24 alfajores para sus seguidores. No sea ‘finoli’”, sostuvo el dueño de la marca que produce sus alfajores en el barrio porteño de Mataderos.
“Negociemos: 10 cajas con envíos a todo el país a cargo de Guaymallén. ¡Sea federal!”, redactó el catador. Y Basilotta respondió: “Escúcheme, catador. Le estoy regalando 20 cajas para que las sortee entre sus seguidores. ¿Y encima yo tengo que pagar el envío? Yo no negocio nada. Si no las quiere, sortee 70% cacao y cachafaces”.
“¿Cómo hago para retirar veinte cajas por Mataderos? ¿Con un camión de mudanza? Después: cada envío, que sale 600 pesos. Ya ahí tengo 12.000 pesos. ¿Se cree que nací en cuna de oro? Guaymallen es un negocio, lo mío es mera filantropía”. Y agregó: “Piensan que Guaymallén hace caridad. Es la empresa más millonaria del país”.
Los comentarios de los seguidores de ambas cuentas intentaron “cerrar la grieta” entre ellos y lograr que las 20 cajas llegaran al catador y así ser sorteadas. Sin embargo, Basilotta no dio marcha atrás: “Bueno lamentablemente este filántropo de alfajores finolis me falta el respeto por segunda vez. Por lo tanto, hasta aquí llegó mi paciencia. Que siga catando alfajores para la gilada. Y que tenga mucha suerte. Ah, y ojalá encuentre un trabajo digno”.
“Qué lástima, don Hugo, yo a usted lo respeto enormemente. Sólo que pensé que como acusaba a otras empresas colegas de ser tacañas, iba a pagar diez envíos a todo el país. Pero bueno, se ve que Guaymallén anda corto de presupuesto…”, sostuvo el catador. Y completó: “Yo no mangueé nada a nadie. Él se ofreció. Pero parece que la generosidad tiene un límite”.