Alberto Fernández dentro de 10 días presentará un proyecto para legalizar el aborto
- Compartir en Facebook
- comentarios
- Compartir en Twitter
Desde esta mañana bien temprano todas las miradas estuvieron puestas en el arribo del presidente Alberto Fernández y la vicepresidente Cristina Kirchner en el Congreso, para la inauguración de las sesiones ordinarias bajo cuatro ejes: la lucha contra la pobreza, la negociación por la deuda, la reactivación de la obra pública y la despenalización del aborto.
El primer tema que abordó el Presidente fue indirectamente el de la herencia recibida. “La palabra se ha devaluado. Necesito que recupere el valor que tuvo. Toda simulación en los actos y en los dichos significa una estafa. En democracia, la mentira es la mayor perversión. Con este discurso vengo a darle a mi palabra el valor del compromiso. Vengo a decirles dónde estamos parados”, dijo Fernández.
También guió parte de su discurso a las iniciativas para la legalización del aborto, cuyo proyecto de ley será enviado en los próximos diez días.
“La legislación vigente no es efectiva. Desde 1921 se penaliza la interrupción voluntaria del embarazo. Es ineficaz desde su criterio preventivo. La amenaza penal fue ineficiente. También condenó a mujeres, generalmente de bajos recursos, a recurrir a la clandestinidad poniendo en riesgo su vida”, planteó. Luego, agregó: “En el siglo XXI todo Estado debe comprender las necesidades individuales de cada uno. Por eso, en los próximos diez días presentaré un proyecto de ley que legalice el aborto en el tiempo inicial del embarazo, que permita a las mujeres acceder al sistema de salud cuando tomen la decisión de abortar”.
Fue una de las medidas más aplaudidas. Incluso, en muchas bancas, los diputados exhibieron sus pañuelos verdes, en señal de apoyo a la iniciativa.
Además, dijo que impulsará una reforma judicial para licuar el poder de Comodoro Py. Puntualizó en la herencia de la gestión macrista, la inflación y lo que será la renegociación de la deuda en la víspera a una nueva misión del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Tenemos una situación extremadamente delicada”, dijo. Avanzó con críticas a la fuga de capitales y prometió controlar a los formadores de precios.
También defendió la política antidespidos, con el decreto que estableció la doble indemnización por 180 días.
El Presidente valorizó el programa contra el hambre. “Comer no puede ser un privilegio”, señaló. Defendió la entrega de la tarjeta alimentar.
“Este Gobierno utilizará todas las herramientas legales para combatir la inflación. El país no resiste más a quienes priorizan su rentabilidad a costa de los pobres bobos que pagamos lo que consumimos”, dijo, en un claro desafío a los formados de precios.
“Hay sectores que poco a poco comienzan a reactivarse. Hemos dado pasos firmes para tranquilizar la economía”, argumentó el Presidente. “Soportamos un nivel récord de inflación del 53,8% durante 2019. Debemos enfrentar una deuda pública récord: solo en el año en que estamos los vencimientos de capital representan 48.968 millones de dólares más 14.838 millones en intereses”, precisó.
Se refirió a la fuga de capitales. “Prácticas reñidas de cualquier tipo de progreso. Endeudarse solo para el beneficio de prestamistas. Hay que averiguar qué pasó y quiénes se beneficiaron con esas prácticas. Nunca más a un endeudamiento insostenible y a la puerta giratoria de dólares que dejaron tierra arrasada”, dijo Fernández.
Fernández rescató el apoyo internacional para renegociar la deuda. También el del papa Francisco. “El Fondo Monetario Internacional (FMI) nos dio la razón que la deuda es insostenible y reconocieron que es grave. Hay un entendimiento mutuo. El acuerdo al que lleguemos con los tenedores debe ser sostenible y nos debe permitir ponernos de pie”, dijo.
Prometió impulsar un proyecto de ley para promover inversiones locales e internacionales vinculadas al gas y al petróleo.
“Al campo lo hemos convocado. Que crezca es uno de nuestros objetivos”, dijo sobre el sector agropecuario. “Aspiro a que a través del diálogo nos permita preservar las cuentas públicas”, señaló sobre el posible aumento de las retenciones a la exportación de soja.
Apuntó a los servicios de inteligencia y dijo que impulsará un decreto para limitar la acción de los espías y su colaboración con la Justicia.
También prometió una reforma judicial. “Venimos a ponerle fin a la manipulación judicial y a la designación de jueces amigos”, señaló. Y agregó: “Los delitos contra la administración pública dejarán de estar en manos de pocos jueces. Pasarán a ser juzgados por más de medio centenar de magistrados”.
Mencionó también al hundimiento del submarino ARA San Juan. “Los 44 [tripulantes] están presente en los 44 millones de argentinos. Ordenamos el ascenso post mortem de cada uno de ellos”, dijo.
En cuanto a la política exterior, el Presidente anunció el envío de tres proyectos de ley para reforzar el reclamo por la soberanía de las islas Malvinas. Y prometió endurecer las sanciones a los buques pesqueros.
Además, pidió dinamizar la integración del Mercosur y fortalecer la democracia en la región, aunque evitó mencionar a Venezuela. “En el Mercosur tenemos que fortalecer la integración y que se profundice una integración dinámica y que armonice estándares laborales, sociales y aduaneros”, trazó el Presidente.