Stefi Roitman causó indignación por posar con un mini cocodrilo con cinta en la boca

El fin de semana pasado, Stefi Roitman asisitó a una reunión de amigos en la casa de Lele Pons junto a Ricky Montaner y generó polémica en las redes. ¿El motivo? La actriz posó junto al lagarto de la cantante, que tenía una cinta en su boca para no poder abrirla.

La actitud de Stefi, a quien se la veía feliz posando con el reptil, llamó la atención y fue muy cuestionada en el mundo virtual. Muchos de los usuarios la acusaron de “maltrato animal” y le dejaron fuertes mensajes tanto a ella como a Pons. “Me dolió en el alma lo que hicieron con el caimán. Pero si filman eso y lo hacen riendo, me da miedo pensar lo que no postean”, “¿Te gustaría que te cerraran la boca con una cinta negra? Con los animales NO”, “Canceladísima, maltratadores de animales“, fueron algunos de los comentarios que recibió la joven.

A las pocas horas, Roitman escribió justificando de lo sucedido: “Amigos, amigas. El lagarto está en excelentes manos. Es de una amiga de Lele (Pons) que lo cuida desde que es un bebito en una zona donde el lagarto está en las mejores condiciones”.

Cansada de la repercusión en redes y en los medios, la actriz realizó un llamativo descargo: “La repercusión que tuvo en las redes la historia con las imágenes de Mylo, un lagarto de 4 años en una piscina, con su familia de adopción, donde yo estuve compartiendo un rato del día, merece algunas aclaraciones. Los comentarios negativos que he recibido me llevan a la necesidad de reflexionar y siempre estoy dispuesta a hacerlo”.

Y continuó: “Es entendible que la imagen pueda ser cuestionada, criticada, analizada y hasta defenestrada, porque todas las imágenes que se suben a las redes se encuentran sujetas a esta posibilidad, pero para hacerlo lo ideal es contar con toda la información”.

Sobre el animal, explicó: “Los reponsables de tener el cocodrilo deciden la forma en que interactúa con ellos y con otras personas, qué medidas de seguridad se adoptan y cuáles no son necesarias”.

Además, aclaró: “No es mi mascota, ni tengo poder de decisión alguno sobre los cuidados que se le brindan, pero sé que son los correctos y necesarios. Caso contrario, jamás se me habría ocurrido participar en ese momento”.