Podría haber ganado una medalla, pero se retiró de los Juegos Olímpicos para salvar la vida de su caballo

Cuando el amor por los animales es más grande que la ambición de ganar una competencia.

Cuando la jinete holandesa Adelinde Cornelissen fue al granero, luego de unos días de estar en Río para los Juegos Olímpicos, descubrió que algo no andaba bien con su caballo. Notó que el lado derecho de su cabeza estaba hinchado y que había estado golpeando las paredes de su puesto. Cornelissen revisó Partizaval y descubrió que tenía fiebre, fue entonces cuando decidió hacerlo ver por los veterinarios especializados.

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“Los médicos concluyeron que fue picado por algún insecto u otro animal que produce toxinas” escribió la jinete en Facebook.

Parzival, que le permitió ganar la medalla de plata en a competencia individual y la de bronce en equipos,  fue suministrado medicinas y sometido a rayos X por sospechas de lesiones en su mandíbula. Poco a poco su temperatura fue descendiendo y la hinchazón fue disminuyendo.

“Dormí en el establo, atendiendo a Parzi cada hora, no iba a dejarlo sólo!”

Parzival comía y bebía normalmente, se veía saludable. Distintos veterinarios y los entrenadores le dieron la luz verde para competir y Cornelissen no quería defraudar a su equipo y como no tenían caballos de reserva, decidió seguir adelante y competir.

Lo llevó a la pista de competición pero notó que su caballo no estaba con todas las ganas.

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“Cuando apenas entré al estadio sentí que el estaba dando su máximo espefuerzo, porque el es un gran luchador y nunca se rinde. Pero para protegerlo, renuncié” Cornelissen escribió “Mi compañero, mi amigo, el caballo que ha dado todo por mí toda su vida no merece esto…. así que saludé y abandoné la competición”

 

Credit: Peter Nixon

Credito: Peter Nixon