Le mutiló la pata a un Puma y ahora deberá pagar su alimentación de por vida

El caso de la puma Unelén fue el primero en sentar jurisprudencia por violencia en perjuicio de un animal de la fauna silvestre, lo cual es delito en Argentina según la Ley 22.241 de Conservación de la Fauna, y obtuvo un resarcimiento económico. El felino fue víctima de una trampa de osos en La Pampa durante mayo de 2020.

Antes de ser encontrada, la puma no tenía nombre y se encontraba en grave estado. El animal de tres años fue víctima de una trampa para osos o leones en la que una de sus patas delanteras quedó presa y fue triturada. En ese momento brigadistas del Parque Nacional Lihué Calel se cruzaron con ella y la socorrieron.

El espacio protegido cuenta con 32.500 hectáreas, los brigadistas ya la habían visto varias veces antes por las cámaras de seguridad del Parque. Hoy se encuentra en recuperación en una reserva de la provincia de Córdoba.

El cazador de Unelén es el productor agropecuaria Sergio Neubauer, quien deberá pagar una cuota de manutención de 4 mil pesos mientras el animal viva -lo cual se estima que sean 15 a 20 años más- , monto que se ajustará cada seis meses. Hasta el momento se han gastado 300 mil en operativos destinados al rescate y recuperación de la puma.

El dinero irá destinado a cubrir parte de los gastos alimentarios, a su vez, el cazador deberá aportar material de concientización y educación ambiental. Neubauer justificó que la colocación de la trampa tenía como objetivo capturar un jabalí para preservar su ganado vacuno.

El fallo del pago da continuidad a una causa judicial que podría terminar en una orden de cárcel. “Sienta un precedente legal para posibles luchas posteriores”, aseguró Viviana Antoci, intendera del Parque Nacional al medio La Voz. Ella fue la impulsora de la demanda penal.

A Unelén la encontraron el pasado 16 de mayo y su rescate fue activado de inmediato. Tenía una herida por una mordedura y el instinto de escapar de la puma provocó que se lastimara aún más. Para asistirla tuvieron que dormirla y le amputaron parte de la pata derecha en un “quirófano al aire libre”, recuerda Antoci.