Andrés Calamaro escribió poemas sobre el cerdo lanzado de un helicoptero y lo fulminaron

El cantante se sumó al tema que tiene a todos en vilo desde ayer, martes, y en un intercambio con sus seguidores, hizo una serie de versos en tono de humor sobre lo sucedido en Uruguay.

En las últimas horas, se viralizó un video que muestra cómo arrojan a un animal (no se sabe si es chancho o cordero) desde un helicóptero a la piscina de la casa de Álvarez Castillo, dueño de la marca Etiqueta Negra. “El video lo filmé yo porque se paró un helicóptero en el techo de mi casa y nunca imaginé lo que terminó pasando”, había explicado el empresario a Infobae.

En su cuenta de Instagram, agregó: “Quiero repudiar este hecho de vandalismo del cual fuimos víctimas mi familia y yo. Al momento del hecho nos encontrábamos dentro del hogar cuando sentimos un fuerte ruido en el jardín; al salir percibimos el acto aberrante que nos llevó a un gran desconcierto por una broma de muy mal gusto”.

Andrés Calamaro compartió en sus redes sociales varios poemas dedicados al animal arrojado desde un helicóptero a la pileta del empresario y pareja de Lara Bernasconi, Federico Álvarez Castillo, en Punta del Este.

En sus escritos, en los que se permitió bromear sobre el polémico tema, el Salmón siempre se refiere al animal como “chancho” y en varios tuits ironiza sobre cómo cayó el porcino y hasta sugiere formas de comerlo: con Cabernet y champignones, en forma de paté, con papas o con tomillo.

“Si viene cayendo un chancho / Como prendido a una teta. Le preparo la pileta / A la larga y a lo ancho. Y que caiga lo más pancho / Desde el cielo y de rodillas. Que me hablaron maravillas / Del continente del cerdo. Estamos todos de acuerdo / La sangre son las morcillas”, dice en el primero de los posteos.

Luego sigue: “Si tiene etiqueta negra / Es el chancho del verano. Viene volando el marrano / Y el aire lo desintegra. Un chancho no tiene suegra / Pero sí tiene destino. Se lo acompaña con vino / Cabernet y champiñones. Se tira de los aviones / Llega paté de porcino. El chancho tiene una orquesta / Toca una vez por semana. En el Hilton Punta Cana / Donde nadie le molesta. Lo que no suma ni resta / Puede caer en el este. Donde el paisaje es agreste / Para mi chancho volando. El cielo está vomitando / No creo que se moleste”.

“A la pileta con papas / A mi puerco se comieron. Algo distinto le vieron / Un asado por etapas. Rancho con techo de chapas / De Álvarez del Castillo. Con tenedor y cuchillo / En las buenas y en las malas. Siempre hay un chancho con alas / Aromado con tomillo. Quiero negra mi etiqueta / Por algo visto de luto. Solo la luz de un charuto / La sombra de tu silueta. Redondo y a la pileta / Acapulco y clavadista. No hay chancho que se resista / Al histórico clavado / Helicóptero y grabado / Tapa de alguna revista”, siguió.

Luego, cerró: “No vas a ver a mi cerda / Mañana en los portales. Tengo corderos lechales / Y un helicóptero a cuerda. Cuando el destino me muerda / Y me inocule veneno. Voy a esperarlo sereno / Como el chancho con la estaca. Lo espera fuego de Ithaca / Para un asadito bueno”.